A la querida familia del Náutico

A raíz de la pandemia mundial originada por el coronavirus, vivimos un momento inédito como sociedad que impacta directamente en nuestras vidas.

Por ello y en concordancia con lo dispuesto por el Gobierno Nacional la Comisión Directiva del Club resolvió extender el cierre total de sus instalaciones con prohibición de ingreso hasta el 12 de abril próximo.

Hoy lo primero es cuidarnos y así cuidar al otro, amén de todas las situaciones difíciles que muchos de nosotros podamos estar pasando en lo laboral y económico, que sé no son pocas.

A pesar de ello, o más bien, por ello, quiero decirles que nuestro club está ahí, como siempre, esperándonos con los brazos abiertos y así darnos un abrazo bien fuerte el día en que superemos esta pandemia, rogando al cielo que sea pronto.

El Náutico como todos nosotros está en cuarentena, pero no inactivo.

Sigue trabajando a pleno para cumplir con todos sus compromisos; societarios, económico-financieros, laborales, salariales, impositivos, a lo que agrego el mantenimiento de su enorme infraestructura que todos disfrutamos y seguiremos disfrutando.

Y por sobre todo sigue activo en nuestras islas para que el día que crucemos el puente lo encontremos tan lindo y cuidado como siempre.

Como se imaginarán en las circunstancias actuales esto no es fácil, pero allí están nuestros 250 empleados, parte de esta gran familia, poniéndole el pecho a la pandemia por el bien del club.

Todos los empleados de Administración, Secretaría y Recursos Humanos junto a sus jefes están trabajando desde sus casas los siete días de la semana. No los podremos ver personalmente, pero es como si cada uno estuviese en su escritorio atendiendo sus responsabilidades.

Párrafo aparte para todos aquellos que vienen al club a realizar las tareas esenciales con la debida autorización para circular. Desde la Gerencia de Servicios junto a todas sus jefaturas se organizaron las guardias mínimas pertinentes cubriendo las 24 horas los 7 días de la semana.

Y allí están nuestros marineros, nuestros porteros, nuestra guardia nocturna, la cuadrilla de espacios verdes, personal del edificio, del golf, de la Isla Nazar, de mantenimiento, todos cubriendo las necesidades básicas del momento y sin importar si la tarea correspondía a su área o no, todos con la misma respuesta, “estamos para lo que el club necesite”.

Y si, en esta familia en momentos tan difíciles todos nos necesitamos a todos más que nunca.

Los socios necesitamos a los empleados –sin ellos no podríamos ser- y estos para superar esta situación necesitan del club – que no es otra cosa que el conjunto de sus socios– de manera imperiosa.

Son 250 familias que dependen directamente del Náutico –y no cuento los cientos de personas que realizan su trabajo en nuestra casa y en beneficio de los socios.

En medio de esta preocupante situación, solo me queda decir gracias.

Enormes muchas gracias a los empleados que ahí están donde fuere con la camiseta puesta.

Enormes muchas gracias a todos los consocios –que somos el Club– por su apoyo y comprensión honrando su compromiso y amor por el Náutico, nuestra casa.

Entre todos, tirando para el mismo lado y bien juntos vamos a superar la tormenta y como siempre lo ha hecho el Náutico, pronto estaremos arribando a puerto, con el barco sano y el gallardete bien alto.

Y así seguiremos disfrutando de ese lugar mágico, nuestra casa, nuestro club, simplemente el “NÁUTICO”.

La Comisión Directiva que se encuentra en sesión permanente, ira informando de todas las medidas que se vayan tomando.

Enorme abrazo a la distancia.

Germán Bincaz